MONSEÑOR MONTINI PRESIDE CELEBRACIÓN POR 70 AÑOS DE UNA CAPILLA Y BODAS DE ORO SACERDOTALES

El pasado 2 de agosto, en la localidad de Juan José Castelli, a 120 km de la sede diocesana, Monseñor Gustavo Montini, presidió la Santa Misa con motivo de los 70 años de una capilla de esa comunidad y los 50 años de sacerdocio del padre Alberto Ulrich. La capilla San Juan Bautista, a unos 10km de la ciudad de Castelli, marcó la historia de los primeros inmigrantes alemanes del Volga que se radicaron en esa zona antes de la fundación del pueblo. La construcción de una Capilla fue una de las primeras preocupaciones aun cuando eran tiempos muy difíciles. Si bien las primeras celebraciones se realizaron en un templete improvisado con ladrillos de adobes sin cocer, con empeño y colaboración de todos los vecinos y la guía de los sacerdotes, en el año 1945, se pudo inaugurar un templo digno para celebrar la Misa, rezar y recibir los sacramentos.
La comunidad naciente, fundadora de un pueblo pujante, dio sus primeros frutos cuando algunos de sus hijos se consagraron al servicio de Dios y de la Iglesia. Así, el joven Alberto Ulrich, vecino de la Capilla e hijo de los colonos alemanes, ingresó en el Seminario de los Padres Redentoristas en Bella Vista (Buenos Aires) y recibió la ordenación sacerdotal el 11 de julio de 1965. Unos días después, el 18 de julio, celebra su primer Misa en la Capilla San Juan Bautista. En todos estos años desempeñó diversos encargos pastorales en distintos puntos del país. Actualmente continúa un intenso apostolado al norte de Córdoba; es párroco en la parroquia de San Francisco del Chañar, perteneciente a la prelatura de Deán Funes.
En la homilía, Monseñor Montini, agradeció la posibilidad de celebrar esta doble acción de gracias y reflexionó sobre el don de la fe, como una de las obras que Dios realiza en el hombre. Destacó, en primer lugar, que la fe es un regalo recibido, un don, algo que otros nos transmitieron, aquello que Dios sembró en nosotros a través de una familia y de una comunidad concreta. En segundo lugar, remarcó que se debe cuidar el don de la fe y se la debe cultivar como una semilla que se siembra. La fe no puede quedar inactiva en los fieles, sino que cada uno debe custodiarla y defenderla, buscar de reanimarla cuando se quiere apagar y alimentarla para que sea cada vez más fuerte. Por último, la fe es un don que se debe transmitir; es para regalarlo otros, para alegrar a otros; en particular, los padres, deben garantiza que sus hijos reciban este don precioso y lo cultiven en una comunidad concreta.
Luego de la celebración eucarística, los fieles de la Capilla y familiares del padre Alberto, brindaron un almuerzo comunitario. Monseñor Montini saludó a los presentes y compartió el agasajo, junto a los sacerdotes que concelebraron: padre José Luis Steeman, Párroco de Castelli, Padre Raúl Rodríguez y Padre Orlando Verón, vicarios de Castelli, y Padre Walter Groh, vicario de Tres Isletas y oriundo de Castelli . Además estuvieron presente, el Intendente local, Doctor Oscar Alberto Nievas, el Presidente del Consejo Municipal Pío Sander, entre otras autoridades de diferentes instituciones.

Gentileza:
Diócesis San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña

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