12 de Octubre: EL PRIMER DĂŤA DE LA RESISTENCIA

Bellezza indigena – Beleza indigena
12 Octubre – dia de la resistencia indigena
Mitã ñanemboú ma vy:
“Néi, tereó yvy py”, e’i
ñande arygua kuéry.
“Ne ma’endu’a ke che reé ne ãmy.
Aipo che reé aroñemongeta va’erã
che reé ne ma’endu’a ramo.
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Cuando envĂan criaturas a nosotros,
Aquellos que se encuentran por encima de nosotros dicen:
» tu irás a la tierra.»
» Recordarás de mà en tu corazón.
Asà yo haré que fluya mi palabra
Por pertenencias acordado a mĂ.

Ciertamente conmemorar un dĂa entre los 365 que tiene un año, no sirve de mucho, apenas para cumplir con el mandato del calendario. Pero si la fecha en cuestiĂłn es el 12 de octubre, el asunto adquiere otro matiz. Hasta no hace mucho, cuando estudiábamos en la escuela, festejábamos el DĂa de la Raza que consistĂa en celebrar la “providencial” llegada de ColĂłn para “descubrir” estas tierras alejadas de la mano de Dios que confundieron con “Las Indias”. Hasta no hace mucho, se hacĂa un poderoso culto de la desmemoria, en realidad se le imponĂa a la sociedad toda, una pedagogĂa del olvido y la mentira. Justamente la desmemoria busca borrar culpas, busca mirar para otro lado, procura la inocencia imposible, aspira a que todo siga como está. Pero como ya lo dijo Borges: “solo una cosa no hay y es el olvido”. Y como agregamos nosotros, no existe el olvido porque existen huellas, evidencias, testigos, realidades y documentos que denuncian con toda claridad lo ocurrido. Y todo esta enlazado, y toda está en relaciĂłn. Justamente los defensores del DĂa de la Raza, son los mismos que defienden el genocidio perpetrado por el esclavista y anti-obrero Julio Argentino Roca, son los mismos que durante el Proceso de Videla coreaban aquella absurda letanĂa “por algo será” que repetĂan como si se tratara de un axioma filosĂłfico capaz de explicar lo imposible de explicar o justificar, como fue la desapariciĂłn de decenas de miles de ciudadanos y hasta el secuestro de 500 bebes, de los cuales, felizmente, ya casi un centenar ha sido recuperado. De un tiempo a esta parte, desde distintos ámbitos educativos, centros culturales, concejos deliberantes, secretarĂas de culturas municipales, sindicatos y del Congreso de la NaciĂłn, comienza a cuestionarse la celebraciĂłn del “DĂa de la Raza”. Cada vez es mayor el consenso que no acepta celebrar con jĂşbilo esa invasiĂłn. Por ejemplo, en mĂşltiples actos, se conmemora el 11 de octubre como “último dĂa de la libertad americana” y está bien que asĂ se haga. Es necesario. Sin embargo, en nuestro caso, preferimos celebrar LO PRIMERO en lugar de LO ULTIMO. Preferimos conmemorar el 12 de octubre como el PRIMER DĂŤA DE RESISTENCIA ante ese ultraje, ante esa ocupaciĂłn criminal que fue la Conquista, que esta tan pero tan lejos de haber sido un edulcorado “encuentro de culturas”. Actos como los que estos dĂas se están realizando en todo el paĂs, sirven, no para terminar, pero si para herir a la pedagogĂa de la amnesia y la desmemoria de lo que fue el mayor genocidio de la historia mundial. Estos actos que se multiplican indican un cambio, algo está cambiando, hay deseos de terminar con un paĂs y una historiografĂa que festeja los genocidios y encumbra a los genocidas. Los Hernán Cortes, los Francisco Pizarro, los Julio Argentino Roca, los Jorge Videla deben quedar atrás de una buena vez. Deben quedar atrás aquellos racistas que no pueden aceptar la condiciĂłn humana del indĂgena, aquellos que necesitan que los pueblos originarios mantengan su lugar de siervo de la gleba, de combustible biolĂłgico, de bárbaro sin raciocinio ni cultura, de sirvientes, en definitiva: de esclavos ante la sombra del amo. Justamente para terminar con ese racismo, para acabar con esa discriminaciĂłn, nos complace sobremanera esta multiplicaciĂłn de contra festejos, y las luchas que se derivan de ellos como las que se están protagonizando en tantos lugares del paĂs para sustituir el malsano nombre de Conquista del Desierto y al genocida.
Marcelo Valko Prof. Titular de la Cátedra “Imaginario Étnico, Memoria y Resistencia” Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo.
