EL GENOCIDIO DOCENTE DEL CHACO

Carta de Lectores

Desde hace más de una década, se viene consumando, planificadamente, con innumerables complicidades y responsabilidades, un genocidio a la docencia chaqueña.

Este genocidio no sólo es económico, salarial, llevando al sector a la indigencia, sin poner un peso para el mantenimiento de las escuelas, que son sostenidas por los docentes mientras el gobierno anuncia miles de millones de presupuesto educativo pero sin aclarar a donde son volcados.

Lo más grave e inconcebible es el atropello ilegal y persecución que sufre la docencia, víctima de la transformación de la educación pública en escuela militante, consensuada por nadie.

Lo sufren los docentes, pero también la educación pública, su calidad educativa, los alumnos, los edificios escolares y la sociedad entera de la provincia, que, por una u otra razón, no es consciente de la gravedad de esta situación.

Las responsabilidades de este genocidio de Capitanich a la docencia, decantando en ministros inescrupulosos que no tienen reparo en violar la ley (porque las escuelas de gestión no están reguladas, por lo tanto, son ilegales) las prácticas violentas para el desplazamiento de docentes son violatorias de todo estado de derecho, propiciadas desde el gobierno y con la complicidad intendentes que operan desde las sombras para servir a la causa, de directores regionales, supervisores, directivos e inclusive, aunque cueste creer, docentes frente al aula y padres adoctrinados, dirigentes sindicales y sus respectivos sindicatos, pero también periodistas, la justicia chaqueña, legisladores, mecanismos de control del estado, movimientos sociales y la lista seguramente se extiende seguramente más.

Los gobiernos de Capitanich/Peppo/Capitanich, ILEGALMENTE (porque su accionar no se encuadra dentro de la ley ESTATUTO DEL DOCENTE y atropellan todos los derechos laborales suscritos por nuestro país hasta con la Organización Internacional del Trabajo, OIT) sin restricciones, con total impunidad llevan adelante el plan consistente en eliminar la educación pública, los derechos laborales docentes, transformándola en una “educación militante”, subordinada, que implica ir desplazando a todo docente de carrera, para reemplazarlo por cualquier persona adherente al régimen, sin título, sin formación docente, pero que sirva a la causa.

El gobierno cierra escuelas, cargos, quita horas a las escuelas públicas para ir transformando el sistema educativo provincial, de público a de gestión, en las cuales, docentes con títulos, se quedan sin trabajo, para acomodar punteros, militantes, subordinados al régimen, ofreciendo los trabajos que le corresponden a los docentes a cambio de sumisión, destrozando la calidad educativa, creando la división en las comunidades porque les hacen creer que tienen más derechos que alguien que estudió, se capacito, adjudicó un cargo e hizo carrera en la docencia, en definitiva, cualquiera, que no oponga resistencia, sea sumiso y dependiente del poder político, es útil a la causa, porque ante la menor rebelión, los trabajadores de escuelas de gestión, no tienen ningún derecho garantizado por el estatuto del docente.

Las escuelas de gestión son el modo en que este atropello a todos los chaqueños y los docentes llevando una lucha estoica, desproporcionada, sin prácticamente ningún actor social que los apoye además de los propios docentes y sus familias, contra un aparato estatal monstruoso, que deja día a día más docentes en la calle, los más jóvenes emprendiendo un éxodo a otras provincias con mejores condiciones laborales, menos atropellos, salarios dignos y sobre todo con oportunidades.

Durante la pre pandemia existían en el chaco aproximadamente 15 mil docentes sin trabajo en el chaco, pero paradójicamente, según palabras del propio Capitanich, hay cada vez más “docentes” que perciben haberes del ministerio de educación (57 mil) y las declaraciones del actual ministro que pretende “democratizar más la educación” avanzando con más escuelas de gestión sólo son la excusa, porque democratizar, para Capitanich es violar derechos reconocidos en la Ley Estatuto del Docente y conseguidos durante décadas por luchas docentes y sindicales, otras épocas, otros docentes y sobre todo otros sindicalistas.

Los partidos políticos de la oposición y me refiero a todo el arco opositor, del cual la docencia tenia esperanzas, parecen también estar de acuerdo con estos atropellos, la única oposición que parecen hacer es contra ellos mismos (al que le quepa el sayo, que se lo ponga), disputando espacios de poder partidario para no perder un lugar cómodo al que llegaron, antes que defender del genocidio a los docentes, ya que no emiten opinión salvo alguno que otro titular en algún matutino, pero que no pasa de la búsqueda de notoriedad individual, no de un verdadero interés, compromiso o involucramiento en defender derechos avasallados, terminan siendo funcionales al gobierno y continúan sembrando la duda en los que no creen que “todos son iguales”. Entonces el equilibrio de poder no existe, la legislatura y la justicia no cumplen su función, viven en el limbo.

La hipocresía de muchos actores que ponen el dedo acusador en los docentes, responsabilizándolos del estado actual de la calidad educativa es asombrosa, pero estos mismos jamás se acercaron a las escuelas a ofrecer colaboración, ni a interiorizarse sobre quienes sostienen hace años las instituciones, con sus cada vez más miserables salarios, un aparato despiadado que solo pretende generar dependencia del poder político de turno, para silenciar, perpetuarse, adoctrinar y continuar con el genocidio a una de las profesiones más nobles, sacrificadas, denigradas y peor pagas.

O despertamos y actuamos, o nos hacemos cargo todos y pagamos las consecuencias de estas políticas violentas, ilegales, nefastas y vejatorias que traerán todavía peores consecuencias a generaciones de chaqueños, que son la verdadera causa de la baja calidad educativa, para conseguir fines que están más alejados de los principios y valores que nos ayuden a construir una sociedad más justa, equitativa y con verdaderas oportunidades, una educación de calidad, no se consigue por medio del genocidio a la docencia.

Prof. Gabriel Pellegrini
DNI 22614150
PLANTA URBANA VILLA RÍO BERMEJITO

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